San Benito nace en Nursia Italia, en una familia de muy buena posición económica, en el año de 840 D.C, al igual que San Benito por su vida entregada a Dios su hermana gemela Escolástica, también alcanza la santidad.
San Benito era un hombre muy disciplinado, culto y exigente con los designios y formas de vida agradables a Dios, por lo que después de haberse preparado y estudiado en España en temas de retórica y filosofía se va a vivir solo como un ermitaño en una cueva, pero tres años más tarde se une a un colegiado de monjes quienes al ver su exigencia y disciplina exigida lo tratan de envenenar.
Posteriormente con su claro objetivo de llevar una vida cristiana, funda un monasterio y a partir de ahí muchos más, todos con políticas exigentes y disciplinadas apuntando siempre a servir a los demás y predicar el amor de Dios.
A pesar de su exigente recomendación de cómo llevar una vida que le agrade a Dios era reconocido por su trato amable y cariñoso para todos.
Tras una vida ejemplar y entregada a los demás, San Benito después de predecirlo, muere en marzo del año 547, pero es el 11 de julio la fecha que sus fieles lo recuerdan y celebran su enseñanza y ejemplo de vida en la tierra, consagrándolo y pidiendo su intercesión ante el Padre Celestial. A continuación una página relacionada de oraciones y súplicas: oracionesasanbenito.com/
En recuerdo y devoción a San Benito, los devotos de este santo han consagrado una medalla, la cual se ha propagado por diferentes partes del mundo; esta medallita se ha destacado porque en nombre de Dios es utilizada para alejar el mal y hacer exorcismos, los monjes benedictinos utilizaban la medalla también para alejar al demonio y sus manifestaciones y la defensa contra maleficios y enfermedades.
De ahí que la medalla de San Benito es muy conocida y adquirida como acompañamiento y protección contra el mal, en la cual está representado el poder de Dios.