Aunque parece el nombre de una película de ciencia ficción, la identificación biométrica es algo real, este mecanismo tecnológico deja atrás toda clase de procedimiento distinto al contacto físico.
Es un mecanismo que permite abrir puertas, desbloquear teléfonos celulares o crear una cuenta bancaria, utilizando simplemente la huella dactilar, el iris que es diagrama muscular situado delante del cristalino del ojo, o con el silfe conocido también como autorretrato, la biometría es la manera más segura de realizar trámites de identificación sin sufrir falsificaciones de firmas.
La identificación biométrica ha sido es y seguirá siendo un negocio producente, no solo para sus creadores sino también para las múltiples empresas de aparatos tecnológicos.
Cuando se habla de biometría o aplicación de métodos estadísticos biológicos, es normal pensar solo en la huella dactilar, actualmente la biometría utiliza un sinfín de partes o tejidos del cuerpo humano para la identificación del mismo ya sea de forma física o digital.
Pese a ser lo mejor en seguridad personal, muchos procesos biométricos, se ven seriamente afectados por manipulaciones de fuerza bruta y técnicas de ingeniería que afectan el sistema operativo del mismo.
La voz mecanismo más seguro en la biometría.
Se considera que los mecanismos de seguridad basados en la voz, son los más seguros y confiables, ya que el sistema de estos guardas el timbre, gravedad y finalidad del sonido, además permite rastrear la voz de los individuos que intentan acceder de forma inusual a lugares o zonas restringidas.
Proyecto biométrico a futuro.
Es posible que para el año 2018 la seguridad empresarial y personal esté basada en patrones de movimiento únicos de cada usuario grabados en elementos u objetos tecnológicos, además estos objetos tecnológicos permitirán emplear el wearable, que se refiere básicamente a los artículos o cosas que se acostumbra llevar a diario como reloj pulseras, pendientes y ropa en los cuales se incorporarán microprocesadores de identidad.